Blog personal de un tarracofermense

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lunes, 8 de agosto de 2011

En un bote de pintura.

Nos dice el de la tienda, que en un bote de 5 hay suficiente pintura para toda la habitación, y que cada 5 le pongamos medio de agua; antes habíamos escogido el color, compramos  el material para acometer esa obra (si uno no es profesional siempre acaba comprando más) y con nuestro-s nuevo-s bote-s acudimos a casa para darle un par de manos (como uno no es profesional acaban siendo más) no solo a esa habitación, sino que también a la otra, el pasillo ...y alguna estancia más de nuestro hogar.

Cargo con ese bote en el coche (ella conduce) y yo lo tengo en mis pies, me lo miro y pienso ... "todo lo que hay dentro de este bote bastará para pintar esa habitación..." Como si ese material sintético y acrílico tuviera algunas propiedades distintas a la estética y funcional. También pienso en aquello de que si "las paredes hablaran..." pero huyo de esa frase hecha, y me propongo que ese material de brocha gorda y rodillo cumpla una misión más que la meramente superficial.

Les aseguro que no soy nada ritualista, ni creo que esos pigmentos vayan a contener una sustancia distinta a la que venía de fábrica, pero mientras el bote-pote estaba herméticamente cerrado, y antes de acometer la tarea que ya hemos finalizado, no pude evitar pensar que allí dentro habitaran una suerte de duendecillos que se encargarían de "echar el resto". Alertado ante esa posibilidad, instintivamente cogí el bote de pintura con mis manos como protegiendo cual pudiera ser el contenido del mismo; no quería de ninguna manera imaginar que si en el contenido de su interior pudiera haber algo especial, éste se desparramara o perdiera antes de cubrir las paredes por las que fue envasado. Pensaba de alguna forma que hasta que no llegáramos a casa, tenía que custodiar a una serie de seres in?animados que "flotaban" por la pintura y que serían los auténticos encargados de dar una nueva vida a esas habitaciones; fue hasta el punto esa idea que incluso llegué a imaginar que la suerte de historias que pudieran ocurrir, dependía de lo bien que hubiera viajado ese producto   hasta que su "destape" hubiera acabado con el hermetismo con el que estaba preparado.

Antes de acometer esa tarea de con brocha y rodillo, les dejamos a las niñas que "garabatearan" a modo de recuerdo algún dibujo y/o texto en caso de que esos "nuevos duendes" se les ocurriera silenciar lo que iban a tapar.


 "mi habitación, la pintaron cuando tenía 8 años y la pintaron verde"


Película Recomendada: El profesional.




9 comentarios:

  1. Otro que tal baila... que usted lo pinte bien. La pintura le da una vuelta generosa al ambiente, que lo disfruteis. Ah, lo mejor, sus caritas al entrar y ver el Cambio.
    Otra cosa... mezclada con agua salpica mucho más, es mejor que compres otro bote de pintura.

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  2. Al gotelet o con plástico,
    con brocha o con rodillo,
    pintas más en ésa tu casa,
    que en el fondo de un castillo.

    De verde esperanza
    has pintado el salón,
    pero nunca lograrás,
    borrar de tu careto,
    la expresión de ¡melón!

    Cuando acabes de pintar,
    tu casa, tu castillo,
    vente para Madrid y sigues,
    con el piso de un buen pillo.

    Que si vienes y me pintas,
    de claro ocre mi comedor,
    te regalo una entrada
    para ver jugar,
    al Atletic ganador.

    Tráete també a la teua pandilla,
    a la reina y a las princesas,
    y no temas por la crisis,
    pues en casa de postre,
    hay siete kilos de fresas.

    Aplicastes con esmero,
    la técnica del rodillo rodante,
    dando lustre y color,
    a cuanto se te puso por delante.

    Ahora que sois estrellas,
    de las pictóricas técnicas,
    pinta una sonrisa en sus caras,
    y asombra al orbe entero,
    con la sombras de tus alas.

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  3. Qué linda esa pared pintada.....
    Hala majo...manos a la obra...Un beso

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  4. Jolín, qué espanto pintar uno mismo... yo ya no lo hago. Hace tiempo que cuando decido que hay que pintar, ahorramos y pagamos también al pintor. Mi espalda está mucho mejor desde entonces. Quillo qué trabajo.
    Mi madre empapelaba y era una labor odiosísima... mi madre dando órdenes a todos, mi sabihondo hermano dando órdenes a todos, mis hermanos peques y yo sin podernos escaquear... ¡Un infierno!
    Espero que haya quedado mono. Besos miles... ¿y los duendes?

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  5. ¿Y no habeis pensado dejarla con esos encantadores garabatos?

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  6. Esos duendecillos, con tu ayuda y tal vez con la de alguien más, cubrirán las paredes de la habitación de una nueva pátina, de un nuevo espíritu y de una nueva vida. Tengo el día un poco poético, así que no me hagas mucho caso.

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  7. PRINCESA DEL, se acabó la juerga (pintar) este fin de (intenso) semana. Cierto lo de sus caritas es lo mejor... te contrato de aquí unos años

    AL POETA CAMIONERO le digo, que se apresure a contratar servicio de ambulancia en el caso que nos presentemos no vaya a coger una de ellas la gripe madrileña que el pasado año tanto nos sofocó.

    WINIECERO, al final con esas manos (fueron cuatro) acabamos con todos los rincones.Beso!

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  8. LOLA, lo peor son los sabihondos, si se me acercara uno cuando estaba encima de esa escalera, seguro que le hago comer la brocha... y el rodillo de postre.

    MODESTINO, ha llegado tarde esa propuesta, pero inmortalizamos en alguna foto esa obras pictorícas.

    ZAMBU, En eso pensaba cuando transporté ese bote en las historias que surgirían una vez esos "duendes" se despegaran de su pigmentosa pitura y habitaran las paredes...

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  9. Durante toda la semana tengo al pintor en casa, no hace falta comentar nada más, creo. Jueves, por fin.

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