Llevaba demasiado tiempo navegando y el uranio se estaba agotando. Aquel submarino atómico lo había comprado en E-bay. Los buenos resultados obtenidos tras mi última novela me habían dado los suficientes beneficios como para darme ese capricho, eso y el hecho de que el capitán Marko Ramius hubiera querido desertar de la marina soviética y poner esa embarcación con sistema de navegación magnetohidrodinámico en el mercado.
Disponía también de unos viejos planos que me llevarían a descubrir lo que estaba buscando, y aunque yo no sabía mucho sobre cartas de navegación, intuía que en algún día daría con ella, por mucho que fuera la misteriosa, la del tesoro o la mismísima isla Bouvet.
El más avizor de mis ojos llevaba un buen rato en la mirilla, el otro (mi ojo cubero) repasaba las coordenadas de ese plano… Pero tras encuadrar, ajustar, y enfocar bien aquel aparato de precisión comprobé sin duda alguna que lo que había sido un insignificante punto en el horizonte ahora era toda una isla pendiente de ser descubierta.
A medida que me acercaba a ella, podía observar los detalles de la misma, hacerme una visión de conjunto, tomar fotografías y de alguna forma inspeccionar el terreno sin necesidad de iniciar el “desembarco”.
Así que detuve mi “941 Акулa” y utilizando todos los sistemas de rastreo que disponía recogí de toda la información necesaria para abarcar mi siguiente proyecto. Con la ayuda de un sencillo programa informático tras capturar las imágenes de muestra, resolvería la ecuación de que si el terreno era propicio, el agua era potable incluso si había “moros en la costa”.
...
Ya tenía todos los datos, me podía hacer una auténtica composición del lugar, y sabría ubicar en cada uno de los emplazamientos todo el material. Aquella gruta me serviría para esconder el submarino, la bahía que formaba la playa más grande sería un escenario ideal para el delfinario. La vegetación era suficiente para construir una buena fortificación. Además y eso es lo importante, el agua de coco junto a ese mineral volcánico que había en abundancia me proporcionaría suficiente material para reponer el uranio que parecía estar agotado.
Narrador: No tengo ni idea de que va esto, tomae encima lo etiquetas con "tarracoferma"
tomae : Hola narrador, gracias por venir, el otro día hice 2 años de blog y tocaba darme un pequeño homenaje ...
Narrador: Ah! pues felicidades, ¿pero eso de la isla?
tomae: Eso de la isla es porque me preguntaban que 3 objetos llevar nunca supe que decir, y a falta de no saber que decir o no saber que llevar me puse a bloguear...
( ? )
Narrador: ¿y el título?
tomae: Pues para ir poniendo los pies de vez en cuando, que también hace falta.
Narrador: ¿alguna película?
tomae: La del Octubre Rojo.
Feliz cumpleblog. Te desaconsejo que te lleves un guisante a la isla, no sirve para nada, y te quitará el sueño.
ResponderEliminar...Gracias por el desaconsejo y por tu felicitacion PrincesaDel, jajaja siendo la primera me esperaba un comentario de aquellos de que "no entiendo nada", eso también se agradece. bss!
EliminarOctubre Roja excelente peli...
ResponderEliminarTus dos años de blog......merecido exito...FELICIDADES
Un beso
Gracias Winniecero ... y como cinéfila veo que estás al quite en cuanto menciono una de esas pelis (buena serie esa tuya de las frases) bss!!
EliminarFelicidades, Tarracofermo. Por los dos años de bloguería, por los posts made in Tomae ... divertidos, originales, tiernos, surrealistas, "currados" cuando hay una fecha señalada, cercanos... A estas alturas , casi no hace falta que firmes. Esta ventana tiene un sello inconfundible. Gracias, broder. Muchas gracias... Espero que esta olla no deje de soltar vapor.
ResponderEliminarToi melancólica...
Gracias por tu comentario Sunsi ... Yo a veces, y ocurre con frecuencia, pienso que esto es como una carrera de fondo, o a fondo ...y el uranio, o el vapor se agota o deja de salir .Entonces pienso aquello de los "viejos-as bloggueros-as nunca mueren" ... ¿conoces alguna de esas? yo si.
EliminarFeliz cumpleaños, tomae. Mira en esto de la "bloguería" soy unos meses más vieja que tú ;)
ResponderEliminarEres un poco peliculero, ¿no?
Felicidades en este Día del Padre; seguro que tus princesas te han preparado alguna sorpresita.
Gracias Zambu más vieja que yo, y gracias por por lo del día del padre ... Sí no te voy a negar el rollo peliculero, quizá es que no leí tanto cuando tocaba, pero creo que sabría distraerme por muy desierta que estuviera la isla.
EliminarPD. Hoy las nubes de aquí traían agua ...falta que hacía!
Dobles felicidades. Que disfrutes de tu isla. Un beso.
ResponderEliminarComo decía a Sunsi, esto es una como una carrera de fondo Susana, también te veo a ti como una buena fondista ... Gracias por pasar. Besos para también para ti amiga...
EliminarMuchas felicidades!! Te voy leyendo poco a poco y creo que los grillos de nuestra cabeza son primos hermanos. Espero durar, como mínimo, los dos años que llevas tú en este universo "bolgueril".
ResponderEliminarFelicidades de nuevo.
Money, organizadora de eventos imposibles.
...Bienvenida al evento (Moneyparatusamigos) ¿Moneypenny para tus enemigos? Gracias por venir y bienvenida a este rincón; ya, ves unos hablarán de grillos (si ves al primo JP dile que me llame) otros de tornillos, aunque últimamente me dicen que si estoy mal de lo mío. Lo de los eventos imposibles merece un post ... si llega te aviso.
EliminarPor cierto veo un diálogo con un periscopio que sueña ...sé de quien se trata Moneypenny (Moneyparatusamigos) debe ser Driver, es inconfundible, te dirá que es mi hermano, pero en realidad lo recogimos de debajo de un puente, siento repetirme Moneypenny (Moneyparatusamigos) pero nunca existió tal puente, lo derribaron en la gran guerra ... exactamente fue un torpedo ... oye Moneypenny (Moneyparatusamigos) ¿no tienes un nombre más corto?
Postssss sobre eventos imposibles? Creo que llevo ya tres, o cuatro, o cinco. Avísame cuando llegue el tuyo porfaplis!! Viendo lo que leo y leyendo lo que escribes me dejarás, con tu sabiduría, a la altura del barro. Hombre poco caballeroso....
EliminarSiento haber usurpado tu isla hablando con tú sabrás quien. Me temo que con otro buen escritor. ¿Hermano materno o hermano paterno?
Más corto....bien, me puedes llamar Mmm pero la gente va a creer que estás todo el rato pensando.
Así que te recomiendo Moneyasecas.
- ¡Capitán, capitán, la isla de enfrente no sale en los mapas!
ResponderEliminar- Hace treinta millas que nos salimos del mapa, mi segundo.
- Entonces..., ¿dónde estamos exactamente?
- Exactamnete estamos aquí y ahora. Sin ningún género de dudas es nuestra posición en este mismo momento.
- Pero..., no entiendo.
- Pues es muy fácil de entender. Resulta que esta zona del mundo nunca fue explorada, así que no hay mapas.
Ahora haga usted un esfuerzo, mi segundo.
Simplemente estamos en tierra de nadie.
- Pero, mi capitán en aquella isla se ven construcciones, fuego, humanos.
- Sí, claro, son los habitantes de Tierra de Nadie.
- No entiendo nada.
- Veamos, usted se ha preguntado alguna vez dónde va la gente que simplemente desaparece sin dejar rastro, sin una simple nota, sin un adiós.
- Pensaba que se marchaba a las Conchinchinas.
- Pues eso hijo, estamos justo enfrente de la Isla de Las Conchinchinas, en la región de Tierra de Nadie, un sitio por descubrir.
- Abra la escotilla y lance un bote.
Vamos a echar un vistazo.
......inocente timonel, pensó el capitán con una mezcla de ternura y decisión mientras saltaba al bote que les iba a acercar hacia la orilla.
EliminarLo que ellos no sabían era que por mucho que remasen nunca iban a llegar.......
El capitán dejo que la marinería remase con brío durante media hora.
EliminarConforme avanzaban, la isla de Tierra de Nadie se alejaba más y más.
La tripulación dejó de remar, agotada y desalentada ante lo ingrato del esfuerzo; entonces el capitán se plantó enmedio de sus hombres y elevó su poderosa voz hacia las olas:
"¡Ah, isla extraña y desagradecida! Conforme más nos esforzamos en alcanzarte, más te alejas de nosotros.
¿Acaso nos temes?
¿No somos merecedores de tus dones?"
...
Atardecía.
El viento de Poniente batía nuestra cubierta y los restos de nuestras almas.
Si a tan sólo un miembro de aquella tripulación se le hubiera ocurrido una gran idea, a tan sólo uno, el esfuerzo habría tenido un sentido.
...
Extenuados, abatidos y perplejos, aquellos mamíferos que navegaban sin rumbo cierto, sin mapa y sin brújula, esperaban una palabra de aliento, un signo, una señal.
Entonces, el grumete más joven, aquel que menos experiencia tenía de mares y vidas, dijo algo que nunca olvidaré...
... Se quien eres! PerisDriver!!!
EliminarLuego sigo con los comentarios... o no.
....-porqué no acercamos la isla a nosotros en vez de intentar ir a un lugar que no quiere ser descubierto? A una isla que debe su nombre a cientos y cientos de marineros que nunca han conseguido llegar a ella?Es mejor dejar que poco a poco venga a nosotros.
EliminarEl capitán le miró perplejo. Nunca se había fijado en ese jovenzuelo de pelo rojo y pecas naranjas. Es más, nunca hubiese dicho que ese chico estaba entre su tripulación. Un joven pequeño, debilucho pero con una mirada que parecía responder al instante todas las dudas que ese rudo y experimentado viejo lobo de mar tenía.
Y como una vieja profecía la isla se acercaba.....
Aquella isla no sólo se acercaba lentamente, sino que cuanto más cerca estaba ocupaba más espacio en la línea del horizonte.
EliminarSe extendía de este a oeste, sin apenas dejar espacio al mar.
"¡Eso no es una isla, mi capitán; estamos frente a un Continente!"- - gritó entusiamado el grumete pelirrojete -
"¡Diablos, centellas, rayos y truenos, es cierto!
- corroboró el capitán al ver un nuevo continente que no figuraba ni en cartas de navegación, ni en escrito alguno -
Y entonces sí, nos pusimos todos a remar con brío.
Como si todos los tesoros del mundo nos esperasen juntos.
Remábamos, remábamos y sonreíamos.
Todos a la vez.
Juro por el mismísimo Diablo, que fue uno de los mejores momentos de mi vida.
Tal vez el mejor.
De formas ambiguas si giran en magnética posición, puedes encontrar el ovillo que de la vuelta. Siembre que azuches en sentido como ocurre en la gallardía de los pasos, ¡claro!. Y según algunos que tuestan los madrugales no piensen que están de calle, sino que altillo, en escala no solfa tan sólo unas varices. Si hasta las lambrices, las comunes que encuadras, suelen bajando, aunque se arrugan en el canto disfrugando en lo mas fretal que anzueles el pesco.
EliminarEscrito de puño y letra de un Isleño...
PD (Con permiso Monipynos) Driver, te voy a romper las narices... ( y en alemán)
¿El mejor momento de nuestra vida?
Eliminar¡Ja, ja y requetejá!
...
Era sólo el principio.
Lo mejor estaba por venir.
...
Al desembarcar nos esperaba un grupo de isleños.
Hacía un frío y un viento del carajo; tras atravesar el paralelo 80 sur estábamos ciertamente en Tierra de Nadie, donde para vivir los escasos humanos se vestían con pieles de focas y se calzaban con las de oso polar.
Los habitantes de esas tierras hablaban poco, casi nada.
Pero en cambio, tenían una habilidad nada común.
De hecho nuestro recibimiento fue la interpretación por todos los miembros de una tribu, de la "Rapsodia in Blue" de Georges Greswing.
No se sabe muy bien de dónde, pero apareció en aquel gélido paraje un piano, una sección de cuerda, una de viento y la última de percusión.
Hacía 150 años embarrancó la Orquesta Sinfónica de Boston, que navegaba entre la costa este americana y Sudáfrica.
El botín fue sustancioso.
Instrumentos musicales y partituras para parar un barco.
Y aquellos seres salvajes, envueltos en una geografía inóspita, totalmente incomunicados del resto del mundo, aprendieron a tocar música.
Así que allí estábamos, en las mismísimas Conchinchinas, en un continente sin nombre que acabábamos de descubrir, desembarcando en una playa pedregosa donde los pingüinos nos miraban con curiosidad, y escuchando la música clásica que interpretaba una Orquesta Sinfónica de Esquimales Autodidactas.
Paralizados ante la inmensidad de un paisaje rotundo.
...
Así que nuestro pequeño grumete pelirrojo hizo aquello que a cualquier grumete pelirrojo se le ocurre al llegar a una isla que en realidad era un Continente.
Sacó su armónica, se acercó al grupo de indígenas y se puso a tocar con ellos.
Sin ningún tipo de prejuicio previo.
Allí, donde los mapas se acaban.
Y la felicidad, una posibilidad nada remota.
...
La fiesta no había hecho más que empezar...
Playa y pingüinos. Isla y esquimales. Pelirrojos y armónicas. Hasta Greswing y su meridiano!
EliminarNo puedo decir más que: touche.....
Preciosa historia jamás contada. La continuaremos.....¿?
Cuando quieras un cuento, sólo tienes que pedírselo a mi hermano Tomae (el que me da golpes en las narizotas, el muy brutote).
EliminarYo soy el cuentista de los cuentos inventados y personalizados, y él es el inventor personal de historias cotidianas.
¡Dos cuentistas al precio de uno!
¿Alguien da más?
"Había una vez un jardín....." seguramente querré un cuento inventado y el invento de una historia. Seguramente...
EliminarComo estamos de rebajas, te damos a elegir entre varias opciones para cuentos:
Eliminar1 La chica que organizaba eventos imposibles.
2 El día que Moneypenny se fue a la playa y se encontró a una ballena, que le contó una historia de delfines viajeros y de tortugas sabias.
3 Manual para sobrevivir a la Primavera.
¿Difícil elección, eh?
Eligo la 4ª:
Eliminar-La ballena que esparaba en la nueva estación a Delfín el viajero. (versión moderna de: "Penelope, con su bolso de piel marrón" preguntaselo a la tortuga, ya veras...)
Y la 5ª:
-¿Quién narices me presenta a mí a esa "amiga en común" que tiene todo el mundo menos yo? (algún día yo también hablaré de ella).
LA BALLENA QUE ESPERABA EN LA NUEVA ESTACION A DELFÍN EL VIAJERO.
EliminarEsta es la historia de una ballena negra, grande, de piel suave, que solía navegar por los Mares del Sur.
La ballena de nuestro cuento no sabía absolutamnete nada de latitudes, longitudes, velocidad en nudos, ni posicionamientos globales a través de satélites artificiales.
Era una ballena común, de las que te sueles encontrar cuando un domingo por la tarde sales a pasear, y un niño va y grita:
"¡Atención todo el mundo, por ahí viene una ballena!"
Y tú que estás dando un paseo, te subes al banco de madera para otear el horizonte, y la ves llegar por la Plaza del Ayuntamiento.
Una enorme ballena negra, paseando tranquilamente, que de pronto se para y te pregunta:
"¡Buenas tardes!, ¿sería usted tan amable de indicarme el camino hasta el mar? Resulta que me despisté y ahora no se volver".
Y tú allí, delante de treinta toneladas de materia viva, tratándote de hacerte una composición de lugar.
"¡Buenas tardes señora ballena!, lo cierto es que estamos a unos quinientos kilómetros de la costa".
"¿Y no conoce usted, amable transeúnte, algún lugar al que yo pudiera ir? Más que nada porque mi piel se está secando y necesito estar debajo del agua"
"Pues mire señora, espere que piense un rato"
Y en éstas, en las que tú te devanas la sesera para buscar una solución, van y aparecen tres delfines viajeros.
"¡Buenas tardes tengan vuesas mercedes! ¿les podemos ayudar en algo?"
"¡Oh, unos delfines viajeros con un hablar taaaaan elegante!"
-exclamó la ballena negra, contenta de ver a otros seres marinos-
"¿Qué me han echado a mí en el café, marihuana o qué?"- exclamas tú que te encuentras hablando con una ballena y tres delfines un domingo por la tarde-
Te pellizcas el brazo varias veces, para comprobar si estás en medio de un sueño; pero no. Es tan real como que uno de los delfines ha descubierto el bolsillo trasero de tu vaquero, y está metiendo su morrito allí, hurgando juguetón.
"¡Que nadie se ponga nervioso! Analicemos la situación con frialdad, a ver si entre todos encontramos una solución al problema"
"Más bien problemazo" -apuntó la ballena negra-
Entonces el más viejo de los delfines agarró una rama y se puso a dibujar un esquema en el suelo.
"Bien, chicos. Tenemos la ballena, los delfines, la ciudad, y allí, leeeeejos, muy leeeeeeejos tenemos el mar".
"¡Pensemos entre todos!".
Y van y se ponen los cuatro mamíferos marinos allí presentes a mirarme a mí.
"¡Oye, que yo sólo estaba dándome un paseo tranquilo!"
Y entonces lo dijeron a la vez, la frase que obra milagros, que hace que tu cerebro se esfuerce al máximo:
Eliminar"¡Confiamos en tí, amable transeúnte!"
...
Y entonces hice lo que hacemos los humanos cuando no sabemos qué hacer.
Llamé a mis amigos y les expuse la situación, esperando comprensión, apoyo y una idea.
En vez de estas tres cosas obtuve tres respuestas diferentes pero con algo en común.
"Deja de beber. No te está sentando nada bien".
"Siéntate en un banco, llama a urgencias y diles dónde te encuentras. El tuyo es un caso para profesionales".
"Estás muy mal de lo tuyo, colega".
Tras estas muestras de comprensión y solidaridad por parte de mis queridos amigos, me encontré solo frente al problema.
Así que tuve que abordarlo.
"¡Bien, señora ballena, le diré lo que haremos!"
(esto lo dije, más que otra cosa, para ganar tiempo)
Lo primero es pensar que vayamos donde vayamos, iremos juntos.
"¡Bieeeeeen!" -gritó al unísono el grupo de mamíferos-
Lo segundo es tratar que haya agua, mucha agua.
"¡Eres un crak, transeúnte amable!"
Aquí reconozco que me vine arriba. Lo cierto es que pienso mejor cuando me animan. ¿A tí no te pasa?
Así que, mis queridos seres acuáticos y domingueros, iré a por mi coche y nos iremos todos juntos al Pantano de La Felicidad.
"¡Oeeeeeeeeeeh!" - exclamaron con pasión y sincera alegría-
...
Os ahorraré los detalles del viaje. Sólo apuntar, que tal y como estáis pensando en este momento, introducir a la ballena en mi coche, fue tarea ardua y delicada.
...
Tras un viaje no exento de dificultades de todo tipo, llegamos al Pantano.
Allí estaba todo lo que un mamífero acuático desearía para una vida feliz.
Agua, alimentos, amigos y unos atardeceres naranjas.
...
Ha pasado mucho tiempo, y algunos días me da por escaparme de la ciudad e ir a visitar el Pantano de la Alegría.
Allí suelo ver preciosos atardeceres.
Y de vez en cuando, observo complacido cómo se levantan pequeñas olas de espuma blanca.
Seguro estoy que debajo de esas olas navegan mis amigos.
Estoy completamente seguro de lo que digo.
La prueba de su existencia, es que cada vez que veo un atadecer allí, sonrío.
Y esa alegría, sólo la produce la presencia de un buen amigo.
...
Atentamente: Driver para Monypenny.
Como no nos conocemos físicamente me voy a describir. Mi rasgo más, más característico es que siempre llevo puesto un sombrero. Y no, no estoy ni calva, ni canosa y mi cabeza está bien formada. Solamente es mi rasgo más, más característico.
EliminarBueno pues, dicho esto, en estos momentos estoy ligeramente inclinada y tengo el sombrero quitado. Mi rasgo más, más característico ha querido saludarte.
Muchísimas gracias estimado Driver.
Mi rasgo más característico, es que disfruto contando historias.
EliminarY mi segundo rasgo, es que lo hago gratuitamente.
Fue todo un placer.
Por Dios, qué maravilla la historia de la isla a la que remas y nunca llegas y si te detienes se acerca a tí. Es como para mi blog de autoayuda. Pido permiso a los autores para copiarlo y pegarlo indicando sus fuentes. Es una parábola. Me encantó. Felicidades a Driver y a Moneypenny
EliminarEstoy en las nubes, ¿y tú?
ResponderEliminarMuchas felicidades por tu 2º aniversario blogueril y ... no he entendido nada, lo siento.
ResponderEliminarGracias Pater ¿ni si quiera con ayuda del narrador? grmoidfhsdfañdsjuyu* Glups.
EliminarAnda! Dos años!!! Pues muchas felicidades y que sigas navegando muchos más!
ResponderEliminarA la isla me llevaría precisamente un submarino para poder salir de ella algún que otro rato y dar una vuelta más allá :)
Sigue así de divertido y curioso!
Veo que has captado algo Melón...Galo , Gracias dobles ...efectivamente, un submarino es un buen medio de navegación ... el periscopio, y el uranio (que aveces se agota) no dejan de ser elementos de navegación... La isla, puede ser lo que encuentras, lo que buscas o lo que tienes que poblar, acomodar, describir ...
EliminarNavegando por la blogosfera, si afinas la mirada siempre se puede encontrar ese agua de coco que sustituya al uranio si se agota :))))
Venga Leles ¡que aquí todos estamos algo mal de lo nuestro! digo yo si nos ingresan todos en aquel sitio ¡menudo fiestón!
ResponderEliminarEn la isla he encontrado una cómoda roca, planita, soleada, donde sestear y sacar la lengua a pasear .... uhhhhmmmm, se está la mar de bien, realidad y eso que de vez en cuando aparece algun que otro botarate queriendo ocupar el sitio aquí, allá, acullá.
ResponderEliminarPero no cuela