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martes, 13 de agosto de 2013

Aquella final de Snooker de 1994


Pensarán ustedes que el  snooker, tiene algo que ver con el billar, pero no es del todo así.

Algo parecido pasa con el béisbol  y el criquet, que poco da tiene que  ver una cosa con la otra.

Aunque los cuatro sean disciplinas de “pelota y palo”; en el snooker (también pasa con el criket) intervienen tanto o más que la técnica, el desarrollo de una estrategia apoyada en cálculos matemáticos amén de saberse guiar por una intuición difícil de racionalizar. Tanto es así,  que se ha dicho de los mejores jugadores de Snooker también lo serían del Bridge o Ajedrez.

Los mundiales de Snooker del 94 mostraron algo inusual de esta disciplina tan compleja. Se disputaban en Cardiff.  Al disputarse aquel año en la capital del País de Gales, se tuvo que retrasar el campeonato hasta bien finalizado el torneo de las 6 Naciones de Rugby; pues si hay algo que paraliza a todo el país de Gales, es el Rugby y el Snooker.

La inscripción en el campeonato Mundial es completamente OPEN -abierta-, siempre se permite la inscripción de algún jugador que no esté en el circuito. Nunca se ha dado esa circunstancia pero el caso, es que en aquellos mundiales, se presentó alguien que nadie conocía en ese deporte de “mesa y tapete”. Así que esa regla de inscripción no impidió que Abda Nawjry participara en los campeonatos.

Abda Nawjry pertenecía a una familia con madre natural de Gales y un padre indio de Bombay que por cosas de la “Commonwealth” había llegado al Reino Unido … Allí regentaban un pequeño comercio de legumbres y especias y en la trastienda además de seguir los partidos de esa disciplina, Abda  se entretenía practicando con garbanzos y palillos chinos. En casa de los Nawjry se comía arroz con palillos chinos...

En las partidas del 94, Abda no tenía rival que estuviera a su nivel, su forma de jugar era completamente desconocida por sus contrincantes, esto le ofrecía una cierta ventaja que combinada con su astucia e inteligencia le permitía avanzar con éxito hacia la final. A veces se dejaba engañar por sus contrarios para simular desventajas, pero solo se dejaba.

En las semifinales del campeonato, las apuestas tímidamente apuntaban a Nawjry  y como las partidas eran al mejor de 3, cuando en una de las semifinales las cosas estaban claras antes de acabar la partidas ya habían cientos de apuestas formalizadas a su favor para la gran final.

En la gran final, hay quien dice que Abda forzó la 3 partida por aquello de la emoción, que dominaba desde el primer toque y que su brillantez en el juego le acompañaba tanto como la elegancia con que acercaba a la mesa para provocar esos peculiares efectos a las bolas sobre el tapete como nadie sabía hacer. Algo que nunca se había visto jamás y posiblemente nunca vuelva a ocurrir...

Desde entonces si usted se acerca a cualquier pub del País de Gales, siempre encontrará a alguien que le detalle lo lo fascinante que fue aquella final;  así como la inusual forma de jugar de aquella extraordinaria y bella mujer.

Aún hablan de ello ...



4 comentarios:

  1. Solo los buenos escritores dan un giro sorprendente a la historia en el final.

    ¡¡¡VIVA MI EXXXXXXXXXXX!!!!!!!

    Eres bueno muchacho...eres muy bueno (lease con acento de policía americano mascando un palillo que lleva entre los dientes)

    Besitos de tapete verde.

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  2. Todos los días se aprende algo, primo.
    En ese año, el 1994, yo jugaba en el Crazyballs, y en mi equipo jugaba Eduardo Guillén, campeón de Europa de Snooker, el año anterior, y la final contra Richard Lacey se jugó al mejor de 35 (como todas las fionales).
    Me sorprende que una final de Snooker sea al mejor de 3, pero bueno, ahora no voy a discutir eso.
    También recuerdo que aquel año el campeón del mundo fue Hendry, que le ganó a Jimmy White.
    Y el tal Hendry en su momento fue más famoso que es actual número 1, mi ídolo, O'Sullivan.
    Bueno, y todo este rollo... para qué.
    Pues para eso, que todos los días se aprende algo.... que no sabía de la existencia de esa Abda, y que como amante del billar en general, y del Snooker en particular, me satisface comprobar que una mujer puede llegar a ese nivel tan omnubilante, por no decir humillante, de dominar este juego que combina matemáticas, técnica, y millones de horas de entrenamiento.
    Y si tu lo has escrito, escrito está.
    Así, cuando me reuna con mis colegas compañeros de deporte favorito (el billar, que no el fútbol), podré hablarles de esta colega y estoy seguro de que se emocionarán tanto, que las lágrimas no les dejarán ver las bolas con claridad, y podré finalmente, ganarles alguna vez.
    Gracias por tu aportación, primo Tom.
    Un abrazo.

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  3. Hola hermano.
    Estoy en el Hard Rock de Copenhague.
    Aquí las chicas son tan guapas que parece que oyes música.
    Son como los ángeles.

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  4. Soy una inculta de este mundillo...
    Me ha gustado.
    El final me ha encantado
    Y la trastienda.
    Un abrazo;)

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