Blog personal de un tarracofermense

Buscar este blog

sábado, 13 de diciembre de 2014

Trayectorias profesionales : El hombre bala y el Jinete del tío vivo.



Elijah Sanders en una actuación de 1982
Elijah Sanders Jr. De los Sanders de Nampa (En el estado de Idaho US) Pertenecía a la tercera generación de hombres y mujeres bala. De pequeño ya hizo sus primeras actuaciones como “niño balín” y con su familia recorrían todos los estados del norte, para protagonizar sus espectaculares vuelos impulsados por el cañón. E.S no solo estableció el record de lanzamientos a los que un hombre puede someterse, sino que alcanzo en un estupendo disparo la distancia jamás conocida para este tipo de espectáculos, sobrepasando las 110 Yardas americanas. Su pericia era tal, que conocía todo acerca de las fuerzas impulsoras, las trayectorias parabólicas, el rozamiento del hombre aire así como la gravitatoria fuerza que al final de cada una de (cuentan más  de 10.000) le hacían caer en el lugar adecuado. Como hombre bala, vestía un especial atuendo para sus vuelos, así como un casco súper aerodinámico y a diferencia del resto de hombres bala (incluso sus familiares) protegía sus manos con manoplas. Usaba esas características manoplas rojas (a juego con su capa) porque tenía la pericia de poder semi-planear con la ayuda de las manos en las trayectorias más difíciles.
Cuando estaba en el zenit de su carrera, un fatal accidente acabó no solo con las delicias de su público sino también con su vida.

--


Shabadiz, el caballo negro de Humberto
Humberto Ardiles al contrario del anterior protagonista del post, no ejercitaba su profesión por tradición familiar. A Humberto siempre le habían gustado los caballos, y aunque no se dispone de una fotografía de él montado sobre el equino, he encontrado una por la red la de ese caballo que durante mucho tiempo y vueltas le había acompañado durante su trayectoria profesional; su nombre, Shabdiz (Medianoche) como el caballo del emperador persa Cosores el Victorioso, de color negro azulado.  En la foto aparece con la “Potrenca Azahar” que según dicen muchos feriantes del país andino galopó cientos de vueltas al lado del genial Ardiles. Al igual que Elijah Sanders,  Humberto, un chileno de Llanquihue en la Región de los Lagos obtuvo un singular record – dicen que en un día llegó a dar más de 3.500 vueltas - y todavía hablan de ello en su ciudad natal. Se dice de él que al final de sus días sufría extraños mareos que muchos atribuyen a su circular carrera profesional. También cuentan de él que era un tipo algo  obsesivo y que ante cualquier aspecto o pensamiento que asaltaba su mente, tenía una actitud rumiante dándole” idas y venidas” a todo.  Tanto  se abstraía que  una en una conferencia que dio sobre los entresijos del “Tío Vivo” (lo sabía todo sobre esa atracción de feria) se quedó inmóvil, quieto,  porque alguien llegó tarde a esa conferencia y mientras ocupaba asiento le guiñó un ojo .Vayan ustedes a saber que rondaba entonces en la cabeza de ese peculiar jinete.

--- 

- ¿Por qué cojoño nos cuenta estas historias tomae?

Porque pienso que las trayectorias profesionales de muchos y otros (incluso la mía) condiciona la visión que tengamos de la vida, y que en la curva de aprendizaje de nuestra profesión, a medida que vamos avanzando en ellas: aprendemos, rectificamos, mejoramos, nos asentamos etc. etc. Pero siempre hay una lección –puede que la definitiva- que marca aquello que tras años o vida profesional acabamos de interiorizar y aprehender. Lección que unos descubren antes, y otros más tarde pero que reluce tras años y años de dedicación.

-¿Nos lo puede explicar con esos ejemplos?

Elijah el hombre bala, lo sabía todo sobre las fuerzas, incluso durante mucho tiempo pensó que las fuerza esas –que eran ajenas a él- marcaban su destino, su meta… su trayectoria. Pero tras tantos lanzamientos descubrió que antes o después, todas las cosas caen por su propio peso.

Las vueltas de Humberto, no dejan de ser como las vueltas de la vida o como el empecinamiento que tienen (mos) alguno a darle vueltas a todo, tanto, que uno acaba haciéndose un lío con cualquier madeja. Y la lección del jinete es que solo él jinete decide y aprende el momento de subir y sobretodo bajarse  de cualquier caballo, sea éste de cartón, de la más pura de las sangres o de batalla.

Aunque le cueste el tiempo necesario a uno y otro conocer esa lección; sea a fuerza de golpes de uno o vueltas que "marearan"  al otro. 

-¿Alguna cosa que añadir al post?

Pues si va de  ferias y circo, me gusta esa canción de la cantante "calva".






Nota al margen : Pinchen en la "E" de  enfermería visible que encontraran en la parte superior derecha de sus pantallas ...


2 comentarios:

  1. El hombre bala se esforzó durante toda su vida para impresionar con sus gestas al público.
    Pero en realidad, hablando con él descubrías que su lucha estaba perdida desde el minuto uno.
    Cuando se sinceraba, abría su alma y te confesaba lo mås frustante de su carrera profesional.
    " Nunca podré superar el espectáculo de la mujer cañón ".?
    ...
    El hombre crea sueños que la naturaleza supera sin despeinarse.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me parece hermano que ni el hombre bala ni el jinete gilipichis interesan más que a su gruta madre. Sí , la próxima vez me voy con la mujer cañón esa, pero ni de coña te enseño la foto.

      Eliminar

Si por algún motivo técnico no pueden publicar comentario, pueden enviarlo a tomaecp@gmail.com y haré lo posible para publicar. Un saludo.