Qué me pasa con Jöel Dicker

 

Diría que mi primer Diquer leído fui arrastrado por, lo de Best Seller, porque tenía ganas de leer algo de novela policiaca y/o porque la mujer que vive conmigo me lo recomendó.

Soy un lector muy irregular, voy a rachas… Hace par de meses arranqué con otra y acabé  con el Caso de Sophie Meller – lo dejé a medias hace un par de años – y fin lo tengo leído.

Decía que soy un lector de “a rachas” y no me importa confesar que leo más porque “se debe leer” más que porque sea un hábito en mí o porque me guste apasionadamente; ya me gustaría que me gustara apasionadamente.

Aun así, tenía ganas de comentarles un par de cosas de ese autor … Recuerdo que con el primer libro …/ … Pensé en la nacionalidad de Jöel… Algo me dijo que Suiza no era prolija en escritores (que yo supiera) pero sí que lo es en Riqueza medida en PIB, llegué pensar que si ese país sabe fabricar relojes, chocolates y medicamentos también tendrá recursos de “fabricar escritores best “- evidentemente esto es una impresión subjetiva que no tiene que ver con la calidad del autor-

Dicho lo uno y lo otro, y si hacerles reseña alguna - pillen la contraportada de esos libros y sabrán de que van- les cuento:

Uno. Un escritor suizo, y por tanto extranjero, utiliza nombres de personajes extranjeros que me es difícil de retener, eso hace que se me espese la lectura, tenga que retroceder páginas, o tire de una lista propia para saber quién es quién, sobre todo cuando se acerca el final …

Dos … Y se acerca el final, después de unas 500 páginas (que cuando estoy en buena racha también me lo paso bien y devoro) ocurre que en esas últimas 40-50 parece que el malo vaya a ser (*) SrtruguensÈn, Borecherlëo o los propios Srs Müller … Y eso parece ser marca propia del autor y eso de alguna forma me hace como perder el interés o incluso me olvide de como ha acabado "el cuento",  ¡qué rabia! 

Tres: Aun así y habiendo leído 3 de los libros que ven en la foto, me gusta el tal Diker.

 

(*) Los nombres de los personajes me los he inventado, y nada tienen que ver con la ficción de las novelas.