Aquella noche la Cigarra no había dormido muy bien… le costó levantarse, le dolía algo la garganta pero se levantó igualmente. Como lucía el sol y era cigarra, cogió la mejor bartola que encontró, y cantó.
Desde tiempos de Esopo, las hormigas ya empezaron a organizarse. Era un sistema matriarcal, matriarcal y piramidal. Algunas estaban muy especializadas, otras tenían la habilidad de seleccionar los mejores alimentos de los prados. Llegaron a formar gremios, sindicatos y categorías profesionales que quedaban reflejadas en sus nóminas. Cuentan también que Reina Hormiga había negociado con la Patronal… fue un asunto algo turbio, pero hubo un hormigo que se dio cuenta de ese asunto y poco pudo hacer.
Ocurría que el tal hormigo, se quedó sin trabajo en el prado del país vecino y tuvo que emigrar. Hacía poco que trabajaba, pero ya despuntaba en el “excarbamiento” de túneles. A duras penas consiguió trabajo en ese lugar que les he fotografiado. Y si lo hizo es porque necesitaban construir una galería donde alojarían a las hormigas y hormigos emigrantes.
Aquél día la cigarra cantó afónica… y Hormigo lo notó.
Hubo un desprendimiento donde nuestro amigo hormigo estaba trabajando. Cedieron varios maderos que hacían de soporte en el techo de la 5ª Galería y algunos compañeros suyos quedaron atrapados. Llegaron hormigas de refuerzo y los pudieron salvar, a todos menos a una… Hormigo se quedó con ella hasta el final.
Allí donde estuvieron construyeron su hogar.
Dicen que fue la Reina que sedujo a la cigarra para que cantara afónica. Y Hormigo lo notó, lo notó al oírla y sospechó de ella… no me pregunten porqué.
Hormigo y Hormiga se hicieron muy buenos amigos… y como no era el día de la Cigarra, y como Hormigo tenía algún que otro recurso, le rescató esa canción, que tenía a mano y se la cantó.
Post dedicado a Alejandro...
Érase una vez un principito que vivía él solito sentado siempre en su sillita, que no de la Reina que de un caballo guerrero. Soñábase marinero de un barquito velero, otras Capitán de los bucaneros. Conoció a una princesa que un cuento le regalo y díjole al principito "si sueñas, estarás a salvo". Y soño con ella. Pero no estuvo a salvo. Curita sana, culito de rana, si sigues soñando pasará mañana.
ResponderEliminarSu sonrisa se apagaba su mirada la llamaba y por mas besos que le daba, nunca se convirtió en rana.
Con los cuentos no se juega. Con los príncipes tampoco. A veces, por más que sueñes... se te escapa la vida un poco.
Una canción preciosa. Todos encontramos al final, el camino.
Bonito cuento, primo.
ResponderEliminarY tal como me pasa siempre, después de leerlo y releerlo, voy a esperar a releerlo otras pocas de miles de veces más, a ver si le encuentro algún "pero".
Un abrazo.
Vaya cuento, broder... Leí ayer, y releí. Hoy leo y releo. Y pienso el comentario y lo repienso para comentar y recomenar si hace falta... Bs, Tomae cuentista:)
ResponderEliminarRojo y Sunsi ...el cuento, no tiene más argumento ni entendimiento que una pequeña reivindicación a la cigarra que fuera cigarra, y si hay algo más igual cuenta, pero rescaté esa canción que es lo que me gustaba.
ResponderEliminarSr. 42173 Su historia es de enmarcar, y ese "aveces..." como para dar alguna que otra vuelta. Un saludo.
... Alejandro??
ResponderEliminar...Y quien es Alejandro??
No me seas "jaulox" CIGARRA,
Eliminar...y no "hablando de mi" no digas ahora que si Cigarro, si Cigarrillo no sea que vengan las Autoridades Sanitarias a buscar reglas donde no hay reglas, ni cuentos ni cuentas.
:)
Pues nada que había una vez una pequeña, muy pequeña, cigarrita que cantaba bajito y a trasmano. Un día decidió que ya era mayorzota y salió solita a cantar en un valle encantado. No es que el valle estuviera encantado, es que al valle le gustaba el canto de las cigarras cigarrotas y cigarritas...
Eliminar...y la cigarrita cantó: ¡¡O sole, 'o sole mio, sta 'nfronte a te, sta 'nfronte a te!
Y los árboles cantaron y las hormigas bailaron y los gusanos danzaron la danza del vientre y...
... y ya se acabó.
Es que me he quedado sin imaginación...
Besitos de Cigarra JalouxxxxxExxxxxxxxxx
Alguien que no va a poder contestarte.
EliminarAlguien que no habría entendido este post.
Alguien que... ¿a ti qué te importa, Marina?
Bien, hermano, te echere una mano al cuello, pues veo que ignoras lo que realmente paso.
ResponderEliminarLA CIGARRA Y EL HORMIGON ARMADO
Erase una vez, hace mucho, mucho tiempo, una preciosa cigarra y un duro y racional hormigon armado.
La cigarra vivia en un pais mediterraneo, y se pasaba todo el dia cantando bellas melodias italianas, francesas y griegas.
Su forma de entender el mundo era espontanea y alegre. Le gustaba bailar, tomar cervecitas con sus amigas, sentarse en las terrazas del puerto y charlar de lo divino y lo humano con todo aquel que tuviera un rato para emplearlo en cascar y cascar.
La cigarra transmitia mucha alegria alli donde se encontrara.
Fuera la ocasion que fuera, la cigarra pilotaba no veas.
Era una cigarra crack.
Si iba a un funeral, por ejemplo, conseguia que la familia del finado entonara con entusiasmo canticos de despedida que aminoraban de manera eficaz el dolor reinante.
Tenia tambien cierta debilidad por las maternidades. Entraba en los hospitales como Pedro por su casa. Le encantaba cantar en los alfeizares de las ventanas de las habitaciones donde acababa de venir un infante a este mundo. La cigarra cantaba, el niño sonreia, y esto le ponia mucho a la cigarra.
Se aficiono a las bodas y los banquetes. Le gustaba mucho animar a la gente a dar espontaneos discursos en las celebraciones.
Muchas personas que tenian un caracter muy timido, al escuchar a la cigarra, llenaban su copa de vino, se levantaban despues, y dando unos golpecillos con el tenedor en la copa, solicitaba la atencion de los comensales.
Y entonces, solo entonces, la cigarra dejaba de cantar para escuchar como las personas timidas dejaban de serlo por un rato.
Una vez, una abuelita cascarrabias, a la que todo le parecia mal, se levanto y fue dandoles las gracias, uno a uno, a todos los miembros de su familia.
Otro dia, un joven trabajador, tras meterse entre pecho y espalda dos copazos de Rioja, elevo su voz de forma rotunda y le pidio la mano a una pelirroja guapisima que le escucho su discurso con una atencion extraordinaria.
Tambien paso que tras muchos años sin hablarse por un quitame esas pajas sobre una herencia, dos familiares se pidieron perdon en publico y acabaron abrazados en un sincero acto de arrepentimiento profundo.
En fin, que la cigarra era una maquina.
Tenia el don de cantar la cancion apropiada en el momento oportuno.
Habia nacido para intervenir en cualquier momento, con cualquier tipo de persona, de cualquier edad, sexo o condicion, y sacar lo mejor de sus atormentadas almas humanas.
Era una provocadora, disfrutaba con ello y acumulaba ya mucha experiencia.
Un dia, el hormigon armado que estaba bastante ocupado construyendo una presa de gravedad, le pregunto a la cigarra:
Chica, estas perdiendo tu valioso tiempo con actividades que no te proporcionan ni riqueza, ni dinero, ni na de na. Tas tonta o que ?
Y entonces, la cigarra se puso muy, pero que muy seria. Se quedo un rato muy largo pensando sobre su vida, sobre los enanos que venian a este mundo, sobre las abuelitas cascarrabias, sobre los jovenes trabajadores y sobre las pelirrojas guapisimas.
Y le contesto al hormigon armado.
Mientras que sea gratis esto que hago, nadie me lo puede impedir.
Le brillaban los ojos cuando pronuncio la frase.
...
Luego, la cigarra agarro su viejo y desvencijado coche, se puso musica de los Beatles, y se fue a cantar a una boda.
La guapisima pelirroja, le habia invitado.
Atentamente.
Driver.
Dedico este cuento a mi cuñada Monica, porque aunque la veo poco, se me quedo grabada su sonrisa en mi alma.
ResponderEliminarY eso, me hace ser mas feliz.
Hala !
Cuentistas que sois.....que envidia...
ResponderEliminarVale hermano, tú si que tienes cara, cara jeta y careto, ¡careto de Hormigón!
ResponderEliminarPrima Money ...ya no sé ni lo que soy, solo se que me gustó la canción y que alguien acompañara a alguien al final de una historia. Bss!!!