Ayer sábado por la tarde, a fin
de que no se convirtiera en un día “ñoño” decidí darme una tregua (también
familiar) y emprendí una curiosa aventura.
Salí de casa a primera hora con
mis zapatos de caminar, pantalón corto y demás prendas adhoc…
- “Si sale cara me voy a la
estación de autobuses, en caso contrario iré a la de ferrocarril, allí o allá
miraré destinos, horarios y volveré a lanzar la moneda que marque mi trayecto…”
Como salió lo que salió, y tenía
tiempo disponible decidí que invertiría parte de él en la lectura de un libro
de bolsillo durante el trayecto. En una de esas tiendas, de estación repetí la
misma jugada, había dos autores que me seducían y el segundo (la segunda)
presentaba en esa estantería giratoria un par de novelas. “Si sale cara
adquiero el primero, si sale cruz me voy por la autora vikinga –así se auto
definió en una entrevista que leí hace poco- y vuelvo a lanzar la moneda que
elija uno de esos dos títulos “
Empecé el viaje y la lectura pero como era hora de siesta varias
de mis cabezadas interrumpieron alguna que otra página. Llegué a destino: me
gustó pasear por las calles, visitar algún edificio singular y leer detalladamente la información sobre ése o aquel ¡qué Universidad! ,
presencié una prueba de Rally para pilotos amateurs, y me entretuve mirando
tenderos y anticuarios que exponían sus piezas en la calle.
Tenía la vuelta cerrada con el mismo billete, y tuve que
tomar una decisión. Si me quedaba el resto de tarde sentado en una terraza
leyendo mi adquisición literaria; o bien aprovechaba mi indumentaria para
ejercer de caminante. Pensé en aquello de la velocidad, el espacio y el tiempo
y se me ocurrió que podía invertir un par de horas “libres” en adelantar un
pueblo al trayecto y allí desplazarme a casa. Así lo hice, sin lanzamiento de
moneda y arriesgando a esa ecuación física, pues ni disponía de reloj y no
sabía exactamente la distancia que tenía que recorrer. Llegué a destino,
bastante cansado pero satisfecho… tengo la lectura bien empezada y parece que
tal como empieza ese libro me ha picado la curiosidad.
Por cierto, salió cruz, con lo que Åsa tendrá que esperar. Sobre “El Mar en llamas” de Vázquez-Figueroa, les comentaré si me ha acabado de gustar.
¿Te quieres creer que yo son varias las veces que he decidido cosas con cierta importancia a cara o cruz? jaja Es cierto !!! Un abrazo
ResponderEliminarEra más por el efecto sorpresa, que por indecisión ...a veces me gusta salir de casa y pensar que puede pasar cualquier cosa sin planearla; tirar la moneda es una forma llevar ciertos acontecimientos a la suerte. Besos!!!
EliminarCurioso método. A mí me gustaba salir de excursión en coche sin rumbo definido. Un beso.
ResponderEliminarTambién lo he hecho, pero aveces me ha ocurrido que al no saber donde ir invierto un tiempo dando vueltas sin mucho sentido ... Besos!!
EliminarEn vez de comerte la cabeza (como hago yo siempre) lo mejor es echarlo a cara o cruz. La decisión será igual de acertada o desacertada tanto lo hagamos así como si no.
ResponderEliminarBuena la canción!
Besos
La canción es la que me sonaba mientras "ideaba" el post ... y además de canción era una pista. ;) bss!!
EliminarY llegó septiembre y yo tb quería tirar una moneda para ver si vuelvo a clase o hago "novillos", pero mi marido me recordó que soy la profe y que no se contempla lo de mis novillos...jo
ResponderEliminarHace mil años que no sé nada de vos...honbre del tiempo.
Besitos pre-curro
Por aquí estoy Marina ... dispuesto a recoger la moneda si hace falta.
Eliminar..cuando iba al cole y no tan cole "hacíamos campana" ¿te suena?
El hombre del tiempo está como el mismo nombre dice ..."isobárico" :)
Hombre, con m antes de p ¿Ves que malo es volver al trabajo?
ResponderEliminar:)
Sabes como se quita genial la ñoñería????????????
ResponderEliminarFregando!!!!!!!!!!!!!!!!
Garantizo óptimos resultados: es útil. es barato, es físico y, de plus, echas una manita que, seguro, viene bien. Y, al final, tanto Larsson cuanto Vázquez Figueroa te esperan.
Yo lo practico a menudo y lo recomiendo mucho a los ñoños que me rodean.......
Tengo el codo derecho roto, y el troquíter izquierdo idem ... y en beneficio de la vajilla de mi suegra, determinadas tareas me son imposible ejecutarlas con la delicadeza que merecen ... ambas.
EliminarRecuerda hermano, para fregar usar agua caliente, y echa el jabón sobre el estropajo, nunca sobre los platos.
ResponderEliminarNo abuses del agua, pues se lleva la espuma.
Para las manchas difíciles, usa jabón "lagarto".
Nunca falla.
Véase comentario anterior.
EliminarMi sueño es irme al aeropuerto y subirme al primer avión que despegue al azar, sin cepillo de dientes ni calcetines...y con un buen fajo!
ResponderEliminar¿Acertaste el libro?
Besos
El libro se deja porque es bajito ... Vázquez-Figueroa ya cuenta en el mismo libro que no está en su mejor momento (tiene algo de autobiográfico) .De todas formas el mundo de las Petroleras da para mucha miga.
EliminarTambién es mi sueño Marta, ir al aeropuerto presentarme en el primer mostrador diciendo : "deme billete para donde quiera" ...y volar ...
No conozco al autor, me temo. También yo, tomae, he decidido cosas a cara o cruz, decisiones importantes. En esos momentos, no tenía preferencias y fui donde el destino quiso llevarme. Interesante tu caminata.
ResponderEliminar...creo que hice unos 14Km en dos horas (más o menos) (!) aunque no tenía control del tiempo ni la distancia, pero llegué a con tiempo de sobras :)
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