Hola de nuevo. Hace tiempo que fumo y fui ex-fumador un par de años...Pero caí de nuevo, al volver con el "vicio" sentí una sensación de felicidad indescriptible, fue un retorno a mi adolescencia ( edad en la que empecé a fumar), ¡ que bien que sabe el tabaco después de un largo periodo de abstinencia!
En este sentido reconozco que he nacido en año equivocado (en mis años mozos no estaba tan mal visto esto de fumar), puedo notar que me estoy consumiendo por este horrible placer, confieso mi adicción y noto como mi sangre me pide nicotina de vez en cuando. Por el bien de mi salud, y para poder seguir correteando con mis hijas, (el otro día experimentaba lo que me cuesta enseñarles a ir en bicicleta), tengo una próxima intención de dejarlo.
Como pasé por esta crisis hace unos años, recuerdo lo mucho que me costó suprimir el tabaco de mi "dieta", y me horroriza la idea de volverlo a dejar.Recuerdo (aquello que dicen todos) como recuperé el sentido del olfato, uno de los olores que reviví, fue el olor a "río", sí, en concreto el Segre, que discurre en la ciudad donde vivo... ¡me gustó aquello de descubrir que los ríos huelen a río!
Ahora, invadido por todos los mensajes publicitarios, el torpedeo de los familiares y los consejos médicos, siento como la telaraña antitabaquista me persigue día a día... incluso así, conocedor del perjuicio que provoca el tabaco en mi salud; díganme "primitivo", pero instintivamente, cuando adquiero una cajetilla de 20, tales como muestro en la foto, procuro comprar el modelo de la izquierda al de la derecha, vamos, " el de la muerte lenta y dolorosa".
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