Siempre dispuesta.

Hoy hace exactamente 45 años que tengo a alguien muy cerca, siempre dispuesta a tirar del carro ... hoy me he dado cuenta de ello, y teniéndola siempre a golpe de "llamada pérdida", mal hermano sería si no lo reconociera: les cuento.

Tenía la edad que tiene el "mocosete" de esa foto, cuando quise iniciar las primeras construcciones de carreteras, caminos, canales y puertos. No había remedio, pues nunca tuve manos diestras que me permitieran iniciar tales asuntos. Tal fue el caso, que en esa ocasión, cuando estaba dispuesto ha iniciar lo que pudiera haber sido una magnífica construcción, acabé en ese "fregao" sin saber muy bien como salir del pequeño entuerto en que me había metido. Hoy recordaba ese viejo asunto y me ha reconfortado ver a alguien que estaba pendiente de mi...

Sin darnos cuenta siempre tenemos a alguien que está al acecho con la intención de ayudar. Alguien especial que no cuenta los "debes" ni "haberes" del pasado y siempre mira hacia adelante, sin entretenerse en estúpidos razonamientos ni cuentos; simplemente estando allí pendiente de cualquier situación que presente y sin pedir cuentas, ofrece su mano desinteresada porque de alguna forma sabe que alguien debe tirar del carro.

Recuerdo a alguien así, que de pequeño me enseñó a atarme los cordones de las zapatillas deportivas y a despejar la "x" de mi primera ecuación. Hoy recuerdo que tengo toda una señora hermana, que si bien no he tenido la oportunidad de tratar tal como nos merecemos, he sabido siempre que la tengo siempre dispuesta a mi lado y quiero que también sepa ella que estoy por aquí, aunque reconozco que a veces me cuesta seguir su  ritmo.

M. cumple hoy 45 y si la ven, piensen que es una magnífica mujer: capaz de caminar con elegancia en la más roja de las alfombras como mancharse de barro si hay que meterse en las situaciones más pantanosas. Dispuesta siempre a sembrar alegría en las situaciones que puedan parecer más amargas, a ofrecer su inacabable energía cuando el que está a su lado le fallan las pilas, a adornar las situaciones con un lazo, sea de color de rosa o de color negro;  y recuerden, siempre, siempre sin pedir nada a cambio. 

Déjense atrapar por un corazón grande, el corazón de una  auténtica leoparda.

Felicidades hermanita, un "bechito", de tu hermano, que te quiere.