Cuando murió Miguel, creo
recordar que había pedido que en el caso que muriera no era necesario llevar
flores en su funeral, prefería que en vez de ese pequeño gasto se hiciera un
donativo a algún necesitado. Ahora pienso que si dijo algo parecido es porque
en algún momento pensó que la muerte podría atraparle y estoy seguro siendo
como era, no le importó hablar sobre ese momento que llega a todos a sus amigos y compañeros de
profesión…
Cuando murió Miguel, y esto sí
que lo recuerdo, alguien comentó y alguien escribió que él solía decir que Dios
era como un Jardinero, y en ese sentido espera que sus flores alcancen el mejor de sus momentos para recogerlas y
llevárselas al cielo.
Tarracoferma no es más que un espacio con
nombre quizás escogido al azar, formados por los topónimos de mi Tarragona
natal y el calificativo con el que se conoce a “mi” Lleida residencial que
muchos la llaman “terra-ferma”… Entre
estas dos ciudades se encuentra el pueblo de Vimbodí que es el lugar donde vivió Miguel de niño, y
en el que junto a su padre –también murió joven- descansa desde aquel 24 de Mayo del 2000.
Gracias a esa facilidad geográfica, tengo la oportunidad de
visitar a Miguel en el cementerio de Vimbodí… No es que suela frecuentar esos
lugares con asiduidad para visitar a “mis muertos” pero cuando se trata de un
amigo como Miguel, voy a verle alguna que otra vez: le comento como van las
cosas por aquí, saludo a su padre, rezo alguna oración, le presento a mis hijas-
ese día me las llevé y les conté alguna historia de Miguel- ... Y como hay
confianza deposito algún objeto que pienso que le puede gustar… Solíamos compartir más que algún cigarrillo y
sabía que una de sus degustaciones favoritas eran los ganchitos y la coca-cola,
eso sí que lo recuerdo y no me consta que comentara algo al respecto como
hiciera con el asunto de las flores y del Jardinero.
Hoy como tantos otros 24 de Mayo, quería recordarle… si
quieren saber algo de ese periodista que murió en Sierra Leona pueden pinchar
aquí:
Descanse en paz. Qué bonito morir y a la vez seguir viviendo...
ResponderEliminarQueda en el recuerdo y eso hace que viva siempre!!!! un beso
ResponderEliminarSí quizá ese sea un deseo muy común entre mucho superviviente, que nuestra vida no quede en el olvido...Estoy convencido que la de Miguel no lo fue en absoluto, Gracias Marga y Winniecero...vuestro comentario me sirve para pensar sobre ello y para reflexionar sobre lo que dejaremos aquí ...
EliminarDe acuerdo hermano.
ResponderEliminarHoy trazaré unas curvas bonitas en su recuerdo.
El Volvo, a cuatro mil quinientas vueltas, suena divino.
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Otro día las trazaremos juntos.
Será un placer seguir esa trazada hermano, dale gas y no te importe quemar un poco las gomas del neumático ,se trata de dejar alguna huella en el asfalto ... y que guíen a algún conductor si va perdido.
EliminarGracias por ese recuerdo, es necesario.
ResponderEliminarGracias Leles y Ana ... cuando lo recuerdo no dejo de pensar en la intensidad con que vivimos unos y otros. Un abrazo a las dos...
EliminarYa había oído hablar de tu amigo. Un detalle precioso el tuyo. Es bueno, además,familiarizar a los niños con la muerte; ni imaginas el bien que les has hecho a tus hijas.
ResponderEliminarP.D.:A mí llévame flores, por favor, que hace ya mucho dejé de fumar.
...alguna que otra vez lo hacemos, y lo ven como lo más natural, tal como es.
EliminarHaré lo de las flores -si me es biológicamente posible-, ¿piensas enterrarte cerca de por aquí? me iría mejor...:)
bss!!
No sabia de la existencia de Miguel. Hacen falta muchas más personas como él. Los grandes y humildes hacen un trabajo en la sombra, sin esperar ni dejar ningun rastro de GLORIA detras de ellos.
ResponderEliminarMiguel amaba a los seres humanos y los seres humanos - tu entre ellos - le devuelven este amor.
Precioso post tomas <3
Bravo Miguel <3 <3 <3
Muchas veces me pregunto porqué escribo sobre él, (tengo alguna respuestas pero me las guardo) Aún así siempre hay algo que me dice que si ayudo a recordarle y otros lo conocen, estoy convencido que vale la pena que le dedique ni siquiera unas lineas ...Un abrazo Yolanda, muchas gracias por interesarte.
EliminarTomae, esta tarde asistiré a la entrega de premios de la Fundación que lleva su nombre. Les contaré a Amalia y a Pato tu homenaje. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias enormes Mariapi , alguna vez (pocas) he podido asistir a un acto de esos que comentas y siempre he sentido una gran emoción no solo por ir sino por haber compartido ratos con él... Precioso el escrito que has dejado en tu bolg. Un abrazo!
EliminarSiempre en nuetros corazones
ResponderEliminar... supongo que porque forman parte de Nosotros, Nina y no sabes lo contento que me hace que siempre sea así. Un abrazo fuerte amiga ...
EliminarTuviste suerte de conocerle. Un beso.
ResponderEliminar...y de convivir con él Susana, fue un buen ejemplo para muchos. Un beso.
EliminarBonito homenaje. El detalle de las "no flores" genial!
ResponderEliminar...Con Miguel hay confianza Money, si otro día voy a verle me fumaré un pitillo de esos que le dejé, estoy convencido que no le importará. Un abrazo.
EliminarMuy emotivo.
ResponderEliminarBonito post, tomae. Yo también me acordé ayer de él. ¡Doce años ya!. Cada vez que me acuerdo que decía que éramos unos héroes ... ainss
ResponderEliminarGracias Carmen, el lugar donde descansa es un lugar que personalmente a mí me da mucha paz - creo que correteé por la zona de pequeño- ...Gracias por pasarte.
EliminarPater, Diría que escribió algo así como qué no sabemos cuan importantes pueden ser cosas que hacemos por muy insignificantes que parezcan, a veces me fijo en detalles de otras personas -incluyendo anécdotas de Miguel- y es increíble como pueden marcarnos determinados acontecimientos por muy simples que parezcan. Un abrazo .
_En el funeral de Myles Tierny, muerto también en Sierra Leona, Miguel dijo desde el atril de los Evangelios: "No me imagino a Dios como un asesino emboscado; le veo más bien como un jardinero dispuesto a cortar la rosa más bella"._
ResponderEliminarEsto está recogido por Ramón Lobo en su recuerdo de Miguel Gil; El jardinero y la rosa.
Este testimonio es uno de lo varios que recoge el libro LOS OJOS DE LA GUERRA, de Manu Leguineche y Gervasio Sánchez. Libro imprescincile para quiénes quieran comprender esa pasión por recoger el sufrimiento del otro, pasión que supera cualquier tipo de barrera, incluído el propio miedo.
Es un homenaje precioso.
Gracias.
Gracias Colombine, conozco tu blog y se nota que eres del ramo ...es un placer cuando un periodista se interesa verdaderamente por el otro, -hasta eso parece ser noticia-
EliminarConocía el asunto del Jardinero desde tiempo, lo que me gustó es que Miguel lo contara a compañeros de profesión -puede que incluso a algunos que no creyeran como él- ... y me gusta pensar en esa imagen porque veo que agrada a aquellos que saben captar la realidad. Un abrazo Colombine, gracias por pasarte.
Tomae, eso del jardinero me suena "familiar" a ver si me explicas la parábola un día.
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