La utilidad marginal se refiere al aumento o disminución de la utilidad total que acompaña al aumento o disminución de la cantidad que se posee de un bien o conjunto de bienes y es, matemáticamente, igual a la derivada de la curva que describe la función de utilidad a medida que aumentan los bienes a disposición del consumidor (de cutandpaste)...
Dicho en término de patatas fritas, (y partiendo de la hipótesis que nos gustan las patatas fritas) y tenemos ganas de mmm mmm ¡patatas fritas!
¿cuanto cree usted que le apetece incar su diente en la primera de esas patatas?, y ¿en la siguiente?... le producirá la misma "satisfacción" comerse la última patata que queda? ( digamos que estamos sólos)
Podemos ser unos glotones, unos tuberculoadictos, o simplemente aplicar este sencillo acontecimiento gastronómico de la economía, la demanda, la crisis, y el deseo personal... a la actual coyuntura económica.
(*) "Porque las personas somos también así, como la economía. Que nos embarcamos en valores cotizados al alza, cuyo valor es excesivo, y que conllevan necesariamente a un derrumbamiento, el personal."
No sé si importa que sean patatas, melones, joyas o acciones, tengo claro que si bien pueden satisfacer, al final todo eso nos hincha.
Por la utilidad marginal de las personas ( utilitarismos al margen ), podríamos aplicar un cuento similar al de las patatas. En este sentido me gustaría reflexionar sobre nuestras capacidades de dar y recibir, y dar valor a las personas que nos dan, como valorarnos también por nuestra capacidad de regalar. Dar y Recibir, un binomio que bien llevado, nos puede hacer entender tanto como, el caso de las "patatas", ¿ cuanto satisface el último ratito que he pasado con tal persona? ¿fue como el primero?...¿que tal he hecho pasar a los míos esos ratos que he regalado? Puede ser fascinante pensar que el uno, el otro y el nuevo amigo que pasa por nuestras vidas, puede seguir llenándola, tanto o más que el anterior. Como también puede ser fascinante pensar que aunque sea un minuto o aunque sea en el último instante de nuestra vida, sirva ése para dar un momento de felicidad a los que nos rodean; momento más feliz que el anterior...Y si nos embarcamos no se donde, y nos derrumbamos, siempre, siempre podemos contar con Su ayuda.
Por ello estoy convencido que Él nos hizo personas y no patatas.
Película recomendada: La vida es bella.
(*) ¡gracias por regalarme la frase!, "al hilo" de la Economía.