Blog personal de un tarracofermense

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martes, 28 de febrero de 2012

Facilidades.



 Uno de estos días que hacía de padre con una de mis hijas, me pedía que le ayudara a recortar de alguna revista imágenes de máquinas o artilugios sencillos y complejos. Sí, se tenían que clasificar de esta manera... Sin profundizar mucho en el asunto a aquellos que tenían un componente electrónico incorporado los tratábamos como complejos.

Supuse que en cuanto más fácil suponía comprender el uso y disfrute de ese aparato que encontráramos (y posiblemente su fabricación) ésos serían clasificados como "maquinaria simple". Pensé que aquel ejercicio podría ser educativo y encontrarnos con la imagen de una rueda o una polea, para explicar que fueron grandes inventos; ya llegarán esas lecciones de física con los movimientos circulares, las fuerzas y los vectores…

Esto de hacer de padre, siempre sirve de algo porque te recuerda cosas que viviste en algún momento y te (me) ayuda a reflexionar sobre algún concepto que habías abandonado aunque te lo encuentras casi a diario y del puedes añadir alguna que otra pincelada mientras ayudas a recortar fotos de una revista...

En concreto, y para centrarnos en el asunto de las máquinas me gusta pensar en esos avances de la ciencia, como una suerte de artilugio que ayuda a la mano humana ha hacer menos de mano y más de "mando". Muchas veces se trata de un pequeño-gran ingenio, que sin tener complicados mecanismos demuestra que quien lo ideo aportó una gran herramienta para facilitarnos muchas tareas.

Facilities, También es un anglicismo en el que en el mundo de Bussines hace referencia aquellas empresas que centran su actividad en conservar, mantener, embellecer todo tipo de establecimientos e instalaciones a fin de que los segundos puedan centrar su actividad principal y que los ocupantes de aquellos establecimientos puedan desarrollar su trabajo. De alguna manera las empresas que contratan esos servicios pueden “olvidarse” de esas tareas que en principio lucen menos; ya saben limpiar los cristales del edificio, engrasar la máquina ensambladora cuando le toca o pasar la mopa y regar las plantas del despacho más principal...

Con las personas ocurre algo similar, hay quien "facilita" la vida a los demás bien porque tiene talento, ingenio o espíritu de servicio; se trata de una condición que es de admirar sobre todo cuando no notamos a aquel que nos hace de "instrumento facilitador", y que echamos en falta si esa persona no está. Pero a veces ocurre que quien está pendiente de todos, quien quiere ayudar y se emborrona al engrasar la maquinaria del grupo, parece que lo haga porque no tiene confianza en los demás o porque haciéndolo se "libera" de cualquier otro procedimiento distinto del suyo que por alguna razón considera que es el más eficiente para que los demás puedan pisar con sus pies sobre algodón.


Película Recomendada: Las Sandalias del Pescador.

viernes, 24 de febrero de 2012

15 días ...


Mañana Sábado se cumplen los 15 días de prueba, con hoy 14 y falta uno. Creo que hice una de mis compras más definitivas que he hecho en tiempo, vamos que di de pleno, que estoy contento y como quien dice no me los quito ni para …(dormir)

Mañana, escribo esto en Viernes, podré contar los 15 . Hará dos sábados que entré en ese establecimiento casi por casualidad; mira que había pasado tanto por allí y ni siquiera había entrado, pero el caso es que íbamos los dos (la otra es mi mujer) y quién sabrá porqué ...¿usted lo sabe? voy y entro, y al entrar solo por entrar me dicen ...”sepa usted que además del descuento que ya hay marcado, hoy hay otro adicional de 9 euros”se lo agradezco y me doy una vuelta a mirar un par de pares ...

-¿puedo auto- servirme yo mismo? La dependienta me deja,mientras mi mujer se mira unas botas...

... Me auto- descalzo, me auto-calzo, pido prestado un calzador …

- ¿me lo regalará si me compro dos? … Diría me dice que sí tal como como reacciona ante mi pregunta.

Pruebo unos que me gustan (esos de la foto) compruebo el número, no acierto con el 42 , me aseguro con el 41, me entran bien , calzan bien, adivino con ellos aquello de la horma. Ya no me los quiero quitar de encima, me los llevaré puestos, ni tan siquiera quiero probarme los otros que también me gustan por no descalzarme los de mi horma... pero lo intento con uno, son más formales y también les sacaré partido pero solo quedan los del 42 ...me quedo con los de la cinta de belcro y no con los de cordones (no había otro número) ¿me seguirá regalando el calzador? Intuyo que si.

Pago y descanso, voy sobre mis zapatos nuevos...compruebo el tiket , donde antes había un 6 y 5 ahora hay un 3 y un 1 (también hay veinte céntimos que también pago)

Me regalan el calzador, y diría que es para mí, de hecho me lo metí en el bolsillo de mi pantalón teniendo a la dependienta como testigo … además ¿se pueden calzar unas botas con calzador?

Conservo el ticket en la mesilla de noche, casi que lo leo a diario “ ...Es necesario presentar el ticket para cambios o devoluciones” Plazo 15 días, salvo tara o defecto”

Cada día que pasa, uno menos para llegar a los 15, suena como una cuenta atrás para que no se de oportunidad al cambio. No hay taras ni defectos, camino seguro con mi nuevo calzado, estoy contento y me encuentro cómodo con ellos. Llevo unos días como nervioso, ¡no quiero devolverlos!  solo espero que no vaya a pasar algo en estos quince días de tensa espera, donde el arrepentimiento, la tara o el defecto de al traste aquello de ser un niño con zapatos nuevos.


miércoles, 15 de febrero de 2012

Historia fragmentada de un billete de 20.

Salgo de casa, voy en dirección de un terminal de autoservicio para retirar algo del saldo disponible que tengo en mi cuenta corriente. Sigo los pasos establecidos, y tras teclear las transacciones de rigor finalizo tal como ustedes pueden imaginar :  * * * *





Prescindo del comprobante (¿vivirán más árboles?) Adquiero el que ya es mi billete de 20 dispuesto a sacarle el máximo partido. Al parecer me ha tocado ése , el de numeración F00775011998, supongo que sí había salido de esa “boca” alguien lo habría puesto allí, y si alguien alimentó la máquina automática es porque alguien lo puso en el cajetin dispensador, aunque no creo que pensara en mi. No es nuevo, con lo que me imagino que otro alguien lo hizo llegar a la sucursal, para seguir eso … su curso legal.




Miro el anverso y su reverso ( ¿les conté que se trataba del F00775011998 ?) . Alguien escribió  “Bon voyage”sobre el mapa del viejo continente, recuerdo la canción de la orquesta Mondragón, ¿dónde vas Europa? No, no se trata de eso, se trata de desearle un buen viaje a mi billete de 20 . Empieza la fragmentación …

Acudo a la tintorería, primero fui a casa a por las camisas, se ve que en la tintorería te planchan una a 0.90 pero las perchas las pones tú, llevo 5 (camisas y perchas) y  tras la primera transacción a cambio obtengo un billete de 10 otro de 5 y los cincuenta céntimos me los dan cambiados …

Otra máquina, la expendedora del bar, admite billetes, coloco en la ranura el de cinco e inserto una moneda de 20, la “tabacalera mecánica” me devuelve una moneda 1 euro y una cajetilla con la resabida recomendación de las Autoridades Sanitarias, ya que estoy, me tomo un café y hojeo el periódico local del local (está libre y es gratis).

Conservo un billete rojo – el de 10 –, con ese pienso que puedo repetir el procedimiento, pero recuerdo que si fui a por el azul, era por algo. Algo que me habían encargado, Ah! Sí!, el agua mineral y una barra de cuarto... pobre de mi que regrese a casa sin el encargo, de vez en cuando aunque el agua de boca es la misma que la del grifo, se agradece algo embotellado así nos mineralizamos algo en casa y nos abstenemos un poco del cloro que echan en el depósito municipal. En el súper hay demasiada cola, voy a un comercio de esos que llaman tradicionales, no hay mucha gente y me despachan rápido... sólo me queda un billete de 5 y no sé cuantas monedas que acaban en el bolsillo.

Cuando llego a casa y descubro que he acabado con ¾ partes de ese billete de la serie F me guardo el billete de 5 e imagino cual será su suerte, supongo que acabará siendo un bocadillo mini para el desayuno y un café matinal ( lo de pedir un cortado descafeinado de máquina siempre me pareció largo) . Si conservo el cambio que me den con las monedas que tengo acumuladas, podré darme otro festín.

Recuerdo aquella clase de economía donde la variable v medía algo sobre la circulación fiduciaria, algo así como el numero de viajes que realizaba un billete de curso legal de mano a mano hasta que llegara de nuevo al sistema bancario oficial. Pienso de nuevo en el que fue mi F00775011998 , quizá llegue a mi o a uno de ustedes, sea lo que ocurra, le deseo buen viaje y pienso que me haría gracia volverlo a ver circulando en cualquier otro país de nuestro viejo continente.

Película Recomendada : El color del dinero.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Enjuto Oset Buisán

Enjuto Oset Buisán 1910 - 1998 Natural de Nachá, (Provincia de  Huesca). Hijo Armando y Adela.  Era el menor de cuatro hermanos, todos varones. En la casa familiar de los Oset Buisán cultivaban la tierra, y se las hacían con el poco ganado que podían mantener. Al ser el menor la poca tierra que le asignó la herencia familiar decidió venderla a sus hermanos por un precio simbólico para iniciar su aventura en la capital de la provincia. La guerra ya había acabado y aunque no participó directamente en ella por una lesión que tuvo de niño, la vivió lo suficiente cerca tanto para sentirla como para temerla.

Trabajó con unos conocidos mayoristas de vino en la ciudad de Huesca, pero aquel negocio tras unas malas cosechas que hubieron tras la contienda civil se fue a pique y tuvo que buscarse otra colocación. 

Aunque eran tiempos difíciles, la gente tomaba iniciativas y Ejunto a través de unos conocidos contactó con un empresario de salas de cine que le emplearía en una nueva sala que abriría en Zaragoza, allí trabajaría como acomodador de la sala Novedades, que si en un principio comenzó siendo un pequeño local diversas ampliaciones, convirtieron el lugar en su definitivo lugar de trabajo durante toda su vida.

 
E.O.B No tuvo familia, su familia y su hogar era su trabajo pues descubrió en él sus dos grandes pasiones una el cine, y la otra la oscuridad. Dicen de él que aunque aparentara un aspecto rudo y distante, era una gran persona; destacaba por su cordialidad y cortesía con todos los clientes del Novedades; y siempre tenía un gesto de amabilidad con los clientes sobre todo con los niños que cuando acudían en los estrenos de películas infantiles les obsequiaba con alguna golosina a fin de alegrarles la tarde.

De Don Enjuto cuentan una anécdota peculiar, siempre utilizó una vieja linterna de color marrón que admitía la carga de una pila de 4,5 de la que siempre comprobaba que funcionara correctamente. Se le podía ver de vez en cuando controlando el estado de su batería ... acercaba los polos de esa pila a su lengua y según el picor que le producía la pequeña descarga sabía exactamente cuanto le faltaba para seguir alumbrando y acompañando al cuantos llegaban algo tarde a la sala.

Tras su jubilación, hacia finales de los 70 en el Novedades le hicieron un gran homenaje en la sala principal, donde proyectaron de nuevo "El puente sobre el río Kwai" una de sus películas preferidas. Muchos clientes del Novedades acudieron al lugar y cuentan que es cuando más se había llenado la sala. Niños a los que había regalado aquellas golosinas que acudían con sus hijos. Aquellas parejas que antaño había iluminado si el beso a oscuras duraba más de la cuenta. Y más de algún cliente agradecido porque gracias a su vieja linterna había encontrado aquel objeto perdido en la sala, que misteriosamente desaparecía en medio de la proyección -con gracia recordaba como alguien le reclamó un par de calcetines que se habían extraviado-.

Tras su jubilación continuó acudiendo a la sala donde trabajó más de 30 años, pues era un gran aficionado al séptimo arte, y cuentan de él que era un auténtico experto en la materia. Animaba alguna que otra tertulia     en el Club de Amigos del Cine "El Coso a Super8" asociación a la que pertenecía, por derecho, afición y por reconocimiento de uno de los grandes cinéfilos de Aragón.

Película Recomendada: Cinema Paradiso.

domingo, 5 de febrero de 2012

¿Me quiere?




A J. le contaron que había un jardín especial de margaritas, si ese jardín era especial era por el Jardinero, y no por todo  que el jardinero supiera  de  los colores  los olores y  las texturas de las margaritas  que había plantado, sino porque esas margaritas siempre decían la verdad cuando alguien acudía a ese jardín para arrancarles uno a uno los pétalos de la margarita que tocaba …

Cómo J. no podía soportar no saber cuál era la suerte de su destino, y como ya estaba cansado de visitar otros jardines, arrancar miles y miles de pétalos sin sentirse del todo convencido, decidió ir a por ese jardín y dar con esa margarita. Le costó hacerlo pues sabía que sería la definitiva, la última, y a pesar de lo que dijera el último pétalo que arrancara, debería asumir las consecuencias.

Le habían hecho saber que más que el color el olor y la textura, lo que ocurría es que eran aquellas flores las que olían veían y notaban a cualquiera que se acercara para comprobar si el amor de uno o de otro sería correspondido.

J. “despeteló” aquella flor blanca y amarilla, y a medida que lo hacía notaba como un nudo le apretaba el estomago o un vuelco le ensanchaba el corazón... a medida que lo hacía y la iba desnudando, pensó y comprendió que aquel jardinero tenia que ser alguien sabio y especial. Cuando quedaba el último de esos pétalos supo entonces que antes de saber lo que le diría la margarita, lo importante era saber si J. seria capaz de querer a pesar de cual fuera la respuesta que recibiera. Comprendió entonces que no tenía mucho sentido saber el resultado de esa cuestión si antes no podía resolver con certeza a la pregunta … 

¿y yo? ¿soy capaz de querer?

Así que dejó en pausa a aquella flor, y no es que quisiera evadir la verdad, sino que decidió que antes de conocerla, tenía que resolver que era capaz de hacer. Con lo que abandonó el jardín y pasaron algunos días con sus noches sin dormir hasta que no encontró el momento de regresar a aquel lugar …

Días más tarde cuando J. comprendió que para ser saberse querido es preciso estar dispuesto a querer, eligió lo que quería, y contento con su elección corrió de nuevo a aquel lugar, buscó su margarita para arrancar de una vez aquél pétalo que había dejado al descubierto y cuando llegó al exacto lugar y en el momento preciso, descubrió allí estaba S.

S. conocía algo de la historia de ese jardinero tan especial, pero en realidad no había tentado a la suerte de esas flores tal como J.  había hecho antes, simplemente acudió al lugar encontró aquella margarita y supo lo que tenía que hacer, lo hizo, acabó con aquello … y exclamó:

 ¡ me quiere !

El Jardinero, como tanta otras veces, contempló la escena desde lo alto de una colina, y viendo a los dos,  viendo como estaban J. y S. sonrió como tantas veces había hecho antes...



jueves, 2 de febrero de 2012

La niña del abrigo rojo ...

Sin que llegar a decir que sea una obra maestra, ni Spilberg el mejor de los directores, reconozco que su filmografía y “La lista de Scindler”tienen muchos toques de brillantez y de arte, y sin duda debe estar entre los mejores.


Spilberg, como muchos otros directores (ej. Woody Allen) y en una demostración de “amor” al séptimo arte, han incluido en su obra, alguna película en blanco y negro parar expresar su capacidad artística en ese formato. Así se hizo en La Lista de Shlinder, una película sobre un acontecimiento brutal de la historia, puede que precisamente el formato b/n de más dramatismo a lo que ocurrió... 


De ese largometraje recuerdo una escena, (supongo que muchos de ustedes también) en que en esa persecución contra los judíos, aparece una niña con un abrigo rojo que expresamente el director “colorea”en el film... instantes después de la película el espectador puede seguir cuál fue la suerte de esa pobre criatura...


Siempre recuerdo esa escena, creo que Spilberg lo hizo para llamarnos la atención de que aunque en “apariencia” las víctimas del holocausto- si usted no vi la película trata de eso-, fueran una u otras como un número más o menos o un simple renglón de una “lista”, cada uno de ellos tenía su vida, su historia, su individual IMPORTANCIA que lamentablemente en esa tragedia se sesgó. También pensé que a aquella niña se le coloreó el abrigo para que la destacar la inocencia en un ser inocente dentro de aquella historia donde tantos murieron y el espectador de alguna manera, no perdiera detalle de lo fundamental que era cada vida que se perdió en esa tragedia.




Nota del A. El post viene de un comentario que publiqué en el blog de Pater ...