Edurne y Joseba eran una pareja extraordinariamente feliz,
tanto, que se fueron a comer las perdices del cuento con salsa de calabazas a fin de expandir su felicidad.
Tras la comida y la digestión, dando un paseo y recreándose en su estado ...algo ocurrió y convirtieron en *estatuas de
sal . Llovió un poco de chirimiri y se disolvieron.
FIN.