Alguno de ustedes, si vienen por aquí sabrán que en más de una ocasión realizo comentarios sobre una Reina que tengo el gusto de conocer, bueno en realidad si la conozco es porque habito en su reino, como también lo hacen un par de princesillas que merodean por estos lares ... si usted no es habitual de este lugar, igual no sabe de quien le hablo, pero no se preocupen ni unos ni otros, a medida de que avance este post podrán descubrir de quien les hablo.
Uno podría decir que ha visitado montado a caballo, condados, principados y reinos para encontrar la quien es destino de esta entrada, y uno (en realidad ese uno soy yo) podría contarles cual es el motivo que me ha impulsado hoy precisamente a dedicarle un post a en un día como hoy ... en realidad no sé montar a caballo, y si se fijan en las etiquetas sabrán de que va la entrada que les traigo este 27 de Enero.
La historia viene de largo y me hizo gracia como me contaba hace unos días que Reina Madre acudió varias veces a la consulta para comprobar si era la hora del alumbramiento y como era primeriza tuvo que dar media vuelta hasta que no llegara la hora, hoy hará de eso exactamente 40 años...
La Reina que más quiero sabe de sobras que vendría por aquí a felicitarle por su 40 aniversario, aunque bien bien no sabe si vendría, como vendría, si me pondría armadura, empuñaría una espada o surcaría la blogosfera armado de bytes, teclados y alguna que otra imagen para dedicarle alguna entrada ... y justo ayer me comentaba con esa sonrisa (no hay ninguna que supere a las que puedan haber visto por aquí) algo así como si tuviera un post dedicado, un viaje inesperado o un regalo sorpresa por su cumpleaños.
A la Reina que más quiero le digo que nadie como ella sabrá que intento decirle algo para que pase un buen rato, para que sonría y se ría (ella sabe lo mucho que me gusta hacerle reír *) y le digo con esta entrada que no solo le deseo que hoy cuando cumple cuarenta años pase un día feliz, sino que también le digo que uno intenta y ha intentado sorprenderla no solo con éste sino con algún que otro detalle.
Puede que ustedes no la conozcan, no hayan dado con ella si se fijan en la fotografía, si les sirve de pista, les diré que es la que no lleva corona (pero adivinen ustedes no diré mas) y si quieren que les cuente algo de ella tendrán que fijarse algo más en esa imagen, y se darán cuenta de los buenos vestidos que usan unas, de que unas joyas son más valiosas que otras o que unas miradas son más brillantes que otras, pero la protagonista de esta entrada aunque hoy cumpla 40 y de aquí 40 cumpla 80 (arrugadillo que la acompañaré) si se fijan, la pillen como la pillen siempre la encontrarán transmitiendo serenidad y alegría y sea la edad que tenga, siempre mantendrá la sonrisa más risueña...
Felicidades Mónica, de tu marido que te quiere,
tomae.
tomae.
* gracias por dejarme hacerte reír.
¿Me concede este baile Majestad?