No crean que cuando volvía a casa viera mujeres de esas de
las pócimas o de las escobas voladoras en medio del trayecto. El caso es que
paré un una área de esas de servicio en medio de la autovía, donde además de
servicio, y barra disponían de una pequeña boutique para el consumo de
recuerdos, productos y otros libros. Libros como los de viajes, otros como los
de recetas y uno bien curioso de jeroglíficos y otras adivinanzas orientales.
Me llamó la atención el de la ciudad belga de Brujas, en un
primer momento pensé si aquella preciosa ciudad (se recomienda la visita) se
sabía que pudiera estar de alguna forma
ubicada en ese garito en medio de la autovía.
Paré en ese lugar de paso sin más intención de tomarme un
café, estaba cansado y tenía ganas de llegar a casa. Recuerdo, aun ahora también, que me dolían de una forma
especial la planta de mis pies, y de ahí que si me dolían los pies por la
planta es que pensara en la suela de mis zapatos. Zapatos que por cierto (y ya
que el blog tiene las funciones de diario) tienen antigüedad, antigüedad y
capacidad de amortiguación.
Deduzco sin pensar demasiado, que si me duelen las plantas
de los pies, es por varios motivos. La pista de baile, el baile y el concierto
de U2 al que asistí con Driver el pasado sábado 10 de Octubre. Concierto que,
como esperaba fue extraordinario. Bono y los suyos nunca me defraudan; cantaron
de las nuevas y de las canciones de siempre, hicieron un guiño gráfico a grupos y
cantantes de la historia del rock tales como The Clash y a Lou Reed (Adam Clayton, el bajista del grupo, llevaba una camiseta de él)
Recalco la fecha para que conste en el blog y como primer aniversario
de mi sobrina a la que tuve el placer de visitar. También lo hice cuando nació; en esa ocasión estuve en un concierto de Morrisey, aunque la planta de mis pies no me dolió
tanto, será cuestión de brujas o de suelas …aunque no recuerdo el zapato que
calcé hace un año para tal evento.
Derrengado, con los pies destrozados de tanto bailar, los oídos me pitan de tantos decibelios.
ResponderEliminar¡ Un gran concierto, sí señor !
¡ Nunca me había vibrado el bazo !
Bueno, también has de contar la subidita al lugar del escenario ...
EliminarEl cansancio y el agotamiento son la segunda parte de la diversión. Abrazos
ResponderEliminarCansancio posterior, Ester ...mientras bailas no piensas en ello.
EliminarY qué zapatos calzarás cuando vengas a verme?? Recuerda que tendrás que andar tus pasos... y los míos.
ResponderEliminarbXoX
Si he de andar el doble de pasos serán unos zapatos especiales Marina, como aquellos de gamuza azul. ¿los conoces?
EliminarUn beso!
¿Vendía una guía de viajes de Brujas en una gasolinera de la Cataluña profunda? Pá que luego digan que los catalanes tenéis una visión provinciana de la vida.
ResponderEliminarFelicidades por la sobrina y por los conciertos y por las zapatillas: son las cosas que nos atan a la vida y nos hacen felices.
Lo de Cataluña profunda, es un concepto (ahora que no nos lee nadie) que se se da por estos lares...
EliminarA mí me dolerían hasta las uñas.
ResponderEliminarYo tampoco entiendo qué hace en un área de servicio próxima a Lleida una guía de Brujas
Me llamó la atención esa guía de viajes Pater, supongo que si está es porque hoy en día se viaja mucho más que antes.
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