Breve historia de Don Preguntón y dos gatos.

Don Preguntón era como Don Melitón por aquello de los gatos. Pues eran dos gatos, o un gato y una gata. ¿Los colores? Uno el opuesto de otro; el blanco y el contario. Y Don Preguntón era un poco como El Buscón llamado Don Pablos, de Francisco de Quevedo, pero ni se llamaba Don Pablos ni El Buscón tenía dos gatos. Los Gatos se llamaban Tempo y pMella; aunque esos son detalles sin mucha importancia para la historia…algo así como los colores de los gatos (más puntos suspensivos) o si uno era gato y la otra era gata. Pero los nombres sí que importan.

Es que Don Preguntón, se lo preguntaba _ como bien indica su nombre_ todo, todo, todo. Incluso aquellos detalles sin importancia, se los preguntaba. Se preguntaba por el punto de la í latina. Por el ojo del huracán, el avizor y el del Sr. Cubero. Y también se preguntaba por la Fe la Errata y la Aguja del pajar. Y encima cuando se lo preguntaba, no contento con las respuestas se volvía a preguntar, a preguntar y a repreguntar; algo así como si no le saciaran las respuestas.

Entonces un día cogió a sus dos gatos de colores opuestos y de nombre citado en el primer párrafo, y se fue a caminar con ellos hasta que acabara de hacerse preguntas. Ocurrió para que acabara todo eso de las preguntas un gato se le escapó corriendo (el de color contrario al otro) y el otro o la otra se le quedó amarrado al hombro, sin soltarse de él .Y el otro (de color contrario) lo perdió de vista. Y eso que  Don "Pregunt" caminaba, caminaba… (Y sin parar) cuando un felino se escapó y el otro se quedó, bien amarrado con sus uñas pegadas al hombro de ese señor, pero sin arañarle.

Fin de la historia, y Don Preguntón ya no se hizo todas esas y tantas preguntas.