¿Nos tomamos un café?

...y que sea a la sombra de esas moreras, como las que se convertirían un día en Seda de Alessandro Barrico, que aunque fuera anochecer y no hiciera falta esa sombra, allí estaban. Y si quiere que llueva, con ritmo de fondo de Juan Luis Guerra y aquellos cuatro cuarenta, con lluvia que apetezca pero ... ¡que no nos moje!. Que sea un café de grano recién molido, y que el grano sea bien negro y duro para que el molinero lo aplaste con gusto y que el grano suelte aquel aroma...Aroma que desprende hogar, sombra de hojas de morera y lluvia de cuatro cuarenta.

Que suene de lejos la música, que suene sin molestar, que haga agradable a quien conversa y que esas palabras que suenan dibujen su sonrisa en cada una de sus sílabas...y si no salen las palabras ¡qué no salgan! que lo de más es el aliento que inspiran, el aliento lo de más y el café lo de menos.

¿Tomamos un café? - Reventará el grano, se mezclará el azúcar y el agua inundará el territorio fronterizo de una buena tregua...

Y observaremos _sentipensando_ los posos como si fueran estrellas, aunque falte la taza, la cucharilla y el molinero...